ESCENA PRIMERA
-esto es como una misa.
- ¿qué?
- una misa. No sé entiende nada de lo que está diciendo.
A las cinco de la tarde me agarra el ataque. Puntualmente. Diariamente. Cinco menos diez voy corriendo, esté donde esté, y me encierro en el baño más cercano. Bajo llave. De mujeres, de hombres, de discapacitados. Después de alrededor veinte minutos salgo. Soy como un pastel recién salido del horno. Entro derretida, salgo elevada. Nunca me agarra a la intemperie, lo que sería catastrófico. Ya bastante tuve, y tuvo el resto que estuvo a mi alrededor, en bares o colectivos. Playas, ni hablar. Todo esto me contaron porque yo no me acuerdo de nada. Pierdo el conocimiento. ¿Desconocimiento viene de conocimiento, o bien de cimiento? Pierdo los cimientos.
Cinco en punto ¿eh? Sea donde sea. Nada de verme afectada por blabla de Greenwich, nada de franjas horarias. Cinco en punto en Buenos Aires, Londres o Vietnam. Salgo volando.