lunes, 24 de marzo de 2008

sólo necesita hablarte con el deseo
con el espacio de los lugares
deshabitados
rojos
rosas de tanta savia
que cae
el deseo de la lengua
del lenguaje
cuando casi no miente
cuando se acerca a lo imposible
de decir algo sin palabras

creemos un acuerdo
que siempre la verdad
sea pájaros
que me vas a curar
lo hondo de mi agua
que estamos juntos
en el pacto
que la convención es
creación nuestra
imaginada en los sueños
y que no da miedo.

martes, 11 de marzo de 2008

Blanco

por las noches duerme bien
no espera estrellas ni mesitas con luz
suave engorda por el estudio de la noche
y se vuelve pálida
como un espacio escandinavo
la luna debajo de su sweater
envuelta en satélites
espera las historias
mientras el universo se termina doblando
en su cama
no hay estrellas que pueda pegar en el techo
ni cometas que iluminen algún glaciar continental
la luna está debajo
y vive de la lana
muestra un calendario
de cuarto creciente
enreda el pelo
desaparece nueva
un solo día

jueves, 6 de marzo de 2008

Monólogo de la Agrado (Todo sobre mi madre)

"Por causas ajenas a su voluntad, dos de las actrices que diariamente triunfan sobre este escenario hoy no pueden estar aquí, pobrecillas. Así que se suspende la función. A los que quieran se les devolverá el dinero de la entrada pero a los que no tengan nada mejor que hacer y pa una vez que venís al teatro, es una pena que os vayáis. Si os quedáis, yo prometo entreteneros contando la historia de mi vida.

Adiós, lo siento, eh (a los que se marchan).

Si les aburro hagan como que roncan - así: Grrrrr - yo me cosco enseguida y para nada herís mi sensibilidad (eh, de verdad!) Me llaman la Agrado, porque toda mi vida sólo he pretendido hacerle la vida agradable a los demás. Además de agradable, soy muy auténtica. Miren qué cuerpo, todo hecho a medida: rasgado de ojos 80.000; nariz 200, tiradas a la basura porque un año después me la pusieron así de otro palizón... Ya sé que me da mucha personalidad, pero si llego a saberlo no me la toco. Tetas, 2, porque no soy ningún monstruo, 70 cada una pero estas las tengo ya superamortizás. Silicona en labios, frente, pómulos, caderas y culo. El litro cuesta unas 100.000, así que echar las cuentas porque yo, ya las he perdio... Limadura de mandíbula 75.000; depilación definitiva en láser, porque la mujer también viene del mono, bueno, tanto o más que el hombre! 60.000 por sesión. Depende de lo barbuda que una sea, lo normal es de 2 a 4 sesiones, pero si eres folclórica, necesitas más claro... bueno, lo que les estaba diciendo, que cuesta mucho ser auténtica, señora, y en estas cosas no hay que ser rácana, porque una es más auténtica cuanto más se parece a lo que ha soñado de sí misma."

Algunas horas

Todo lo que había empezado a hacer desde que cumplió veinte años, había terminado ayer. Las previsiones no habían fallado. Se casaría a los 35 y quedaría viuda a los 37. El parte médico fechó la muerte de Rafael Salgado a las 11:15 del martes 27 de agosto del 2007. Un fiat 600 lo había atropellado, provocándole un derrame cuando salía de su casa en Colegiales para ir al trabajo.
En tres momentos alguien la interrumpió para sacarla de la mente en blanco en que las cinco horas de hospital la habían metido. Como si la espera hubiesen convertido su cabeza en música, lejos de palabras. Unos minutos más tarde, terminó por salir de ahí con su hermana para ir a descansar. Afuera, y casi limpiando el piso con sus carteras, buscaron alguna calle transitada.
En ningún momento pensó que de verdad volvería a su casa. Con tomarse un taxi y bajarse en cualquier lado, para ella estaba bien. Se acomodaron en el asiento trasero del auto, cada una con su ventana. Por momentos su hermana la miraba y después volvía a ver qué podía pasar tras el vidrio. No habían llorado pero tenían los ojos hinchados en la cabeza y sacar un poco la cara por la ventana las refrescaba. Se movían mientras los edificios se recortaban en la avenida, pegados como en un collage.
Cuando bajaron, la ciudad estaba transformada. Todos, de pronto, existían. Se movían siguiendo sus nervios. Hacían cosas más allá de ellas. En un arranque de cansancio quiso sentarse en la vereda como cuando tenía veinte años y todavía esperaba algo pero un sentido de vergüenza pudo más que ella. Se acordó de cuando había muerto su abuela, así, también por las buenas, de la nada, y que se habían ido con su hermana de ese departamento a comer una hamburguesa. Empezaron a bajar por Lacroze y pensó en la calle cocodrilo. Las calles tienen escamas y respiran cuando llueve. Podría haberlo pensando ayer, que llovía. Llegaron al parque y volvieron a subir.
Todo se desarrolló en la más completa calma, y volvieron. Mientras la hermana chequeaba los mensajes del contestador, ella entró a su cuarto y se puso a jugar con las bolitas chinas que le gustaba coleccionar a Rafael. Masajeó sus manos con las azules, las que tenían un dragón amarillo pintado con líneas dulces y delgadas. Llegó hasta sus pies, buscando donde más le dolía. La espalda y las yemas de los dedos.

miércoles, 5 de marzo de 2008

cuánto importa que un país
tenga nombre
de caña de bamboo
acá
todo significa algo
eso se llama Paraná
y es agua de pájaros
Perú
Berú
Virú
Birú
y más al sur
o termina la tierra
o se hace río

Gris

Volvió de la luna desmayada
desconectada de la noche
sin un pedazo de conciencia
gris de colores
desparramada sin saber
apagada entre el blanco y el negro
con bruma que aparece cuando duerme
muriendo de tanta
curiosidad
volviendo sin parar de preguntar
¿qué es
lo que tiene el sol?

domingo, 2 de marzo de 2008

Está lloviendo. Huelo la tierra mojada. Forma parte de mi cuerpo. Mi nariz disfruta y pienso en el suelo, en el cementerio del otoño. Tengo la sensación del movimiento constante, de que no existe lo quieto. La lluvia está bajando, como siempre, y por qué no? algo está cambiando. Llueve como quiere. Está para salir y correr, aunque después me enferme. Siempre me gustó convertirme en lluvia. Siempre lo hice. Me devuelve la vida. Me quita la impaciencia. Me devuelve lo instantáneo. Cuando deja, despacio, de llover, algo se apaga. Si tu casa es resistente, uno siempre quiere que siga lloviendo, y como siempre que llovió paró, uno sabe que la eternidad no es el agua. Pero que las cosas duren, o lo bueno dura poco. No. Neguémonos. Saudade.